“Las cosas no se terminan solo se transforman… Para bien o para mal”.
Después de todo lo que había pasado con mi ex un amigo me dijo: “pero igual pueden ser amigos” lo cual me quedo sonando bastante. Pensé que eso podría ser posible… Pasaron días después de la última vez que habíamos hablado. Cuando volvimos a hablar me dijo que necesitaba que lo perdonara, yo simplemente le dije que lo perdonaba pero que jamás se me iba a olvidar lo que me hizo…
Seguimos hablando todos los días como lo hacen los buenos “amigos”, supuse que estaba bien, aunque a decir verdad yo sentía como me taladraba el corazón cada vez que hablábamos. No es nada fácil.
Decidimos en una de las tantas llamadas encontrarnos de nuevo y creo que fue el peor error… Cuando lo vi me quede frió, temblaba y sentía como me hacia falta el aire. Esperamos a que pasaran 1, 2, 3 o no se cuantos transmilenios y ninguno paso vació. Decidimos subirnos a uno que venia demasiado lleno quede muy cerca de el, me dijo: “cojete de mí”… sentirlo cerca me hizo sentir muchas cosas.
Fuimos a comer y compartimos de nuestra comida y de nuestros helados como en los viejos tiempos, hablamos un largo rato… Decidí que ya era momento de irme y el me dijo: -“deberías acompañarme hasta la casa”, igual no estábamos muy lejos y yo decidí ir. Debo admitir que al comienzo me dio algo de pánico.
Estaba de nuevo junto a esa puerta blanca que había cruzado un montón de veces durante los últimos 3 años de mi vida. Cruce la puerta y estuvimos en silencio durante un buen rato. Rompí el silencio pidiendo el baño prestado, cuando salí pensé en salir corriendo pero creo que no era lo correcto y a decir verdad en ese momento yo no sabia que era lo correcto y que no era lo correcto…
Cuando salí del baño el estaba ahí, me miro a los ojos y entro al baño, yo no sabia que hacer … decidí entrar a su cuarto que estaba hecho un completo desastre, se me vinieron a la cabeza muchos recuerdos, uno de ellos cuando yo le arreglaba su cuarto los fines de semana… De pronto y de la nada el estaba atrás de mi y me dijo: - “que pena el desorden” me di la vuelta y le di un abrazo y el me dio un beso en la mejilla, diciéndome lo mucho que me quería… le dije que ya me iba y así fue.
Llegue a la puerta y me dijo: - “espera, yo te acompaño al bus” en ese momento ya estaba que lloraba, se me quebró la voz y solo pensaba en correr. Antes de salir me dio otro abrazo y fue en ese justo momento en el que se me salieron las lágrimas.
De camino hacia el paradero del bus no pronunciamos palabra alguna, solo un hasta luego que aun esta perdido en el viento y en el silencio.
Después de todo esto decidí no volverle a hablar, me estaba haciendo desasido daño, sentí que necesitaba escapar a mi mundo, al mundo del que jamás debí haber salido, el mundo en el que nadie me puede lastimar, simplemente mi mundo.
Concluí que no es fácil llevar una relación de amistad con tu ex y menos cuando el te traiciono siendo tu pareja, aprendí a mirar a los ojos y a ser un poco mas valiente para parar las cosas en el momento preciso…
Por todas estas cosas se que uno jamás podrá ser el mejor amigo de un ex, por el simple hecho de que ya cruzaron las barreras de la amistad en algún momento, por que no puedes ver a esa persona con unos ojos diferentes, por que simplemente esta persona te hizo demasiado daño… el daño suficiente como para no volver a dar la confianza que si le das a un verdadero amigo... al amigo que le cuentas tus secretos mas profundos y cada una de tus decepciones.
Es por esta y muchas razones más que tu ex JAMAS se convertirá en tu mejor amigo.
